Tengo una teoría sobre la música,
pero esperad al final para poder llamarme loca con argumentos.
Para mí, la música es alma. La
música es como las personas. Hay gente a la que nada más conocerla sientes
cerca, gente en la que confías. Pero también hay personas que no te dan una buena
primera impresión y necesitas tiempo para tratar de ver que no son tan malas como
parecían. O para cambiar tus expectativas respecto a ellas.
Evidentemente tendrás algún tipo
de música que te guste más. Sea cual sea te sentirás más o menos identificado
con ella e incluso, si me apuras, te identificarán con ella. Quiero decir, ¿no
os han dicho nunca algo como “pues yo pensaba que te gustaría más este grupo”?
Por eso, supongo que como todos,
relaciono canciones con personas de mi vida. Creo que es una manía bastante
poco práctica, y obsesiva, para qué negarlo. Pero me gusta llevar esas
canciones en mi mp3 o móvil (o aparato de reproducción indefinido) para
escucharlas cuando necesite a esas personas cerca. O simplemente para que
cuando las escuche me acuerde de ellas. No sé, pienso que es bonito acordarse
de la gente que quieres porque sí. Como por ejemplo ahora:
Creo que la música es expresión,
es corazón y comunicación. Habla por nosotros cuando no sabemos qué decir.
Quizá penséis que es una frase muy trillada, pero es seguro que en
algún momento habéis buscado la letra de una canción o habéis pensado “¡Eh! ¡Yo
pienso/siento esto mismo!”.
Para mí, la música es
sentimiento. Necesito música. Mucha y muy diferente. Hace poco pasé por un mal
momento en mi vida, y hasta que no me di cuenta de que había dejado de cantar,
de escuchar música, no fui capaz de salir del hoyo, de darme cuenta de que estaba
mal. Para mí la música depende de mi estado de ánimo, y por supuesto también es
totalmente capaz de cambiarlo. Por eso me parece realmente importante empezar
el día escuchando algo que me guste.
Y por último, la parte más surrealista
de mi teoría musical. Creo que la música, las canciones, nos dan pistas sobre
lo que va a pasar. Os explico. Me levanto por la mañana. Mi radio se enciende a
las 6 o a las 7 (depende del día) y empieza a sonar música. Y cuando empiezo a
ser medio consciente de lo que hablan las canciones pienso en qué me están diciendo
sobre mí o sobre mi vida. Quizá no toda la canción, sólo una frase, pero
siempre encuentro algún significado oculto en cada canción, y ese significado
cambia cada día.
Ahora sí, podéis llamarme loca.